By | 31/01/2019
La ausencia de un intercambiador central entre los diferentes modos de transporte es uno de los grandes problemas del Transport Público Metropolitano de Granada.

El ayuntamiento de Granada debe haber asistido a nuestras conferencias, puesto que ahora está proponiendo trasladar el «intercambiador» de autobuses metropolitanos de los comedores universitarios a terrenos ya ocupados por ADIF al lado de Renfe.  ¿No habría sido mejor haberlo planificado un poquito antes de construir la nueva estación?

Rezuma genialidad haber descubierto que el objetivo de un intercambiador no es dar de comer a los pasajeros sino facilitar sus conexiones con otras líneas y modos de transport. 
Pero no saquemos todavía el champán porque los políticos no justifican la propuesta con la mejora lógica del servicio sino porque los vecinos del comedor se han quejado del tráfico de buses. Genial. 
Digo «vecinos del comedor», porque llamar esa parada final caótica de autobuses de diverso pelaje «intercambiador» es remontarse a los años cincuenta cuando no existía coordinación y el pasajero era tratado como ganado (a juzgar por lo que se ve en las pelis en blanco y negro de la 2). 
Obviamente, Granada necesita intercambiador(es), pero ¡con infraestructuras adecuadas y accesibles, sistemas de información y coordinación fiables, tarifas unificadas… donde confluyen todas las líneas de una zona!
¿Acaso van a permitir a las líneas que ahora terminan en frente del Hospital Real permanecer fuera del posible nuevo intercambiador, alejado de cualquier posibilidad de hacer transbordos al Metro, tren y las demás líneas metropolitanas?
¿Y qué me dicen de las líneas metropolitanas que entran a Granada por la zona sur? También seguirán dejándolas morir allá en la soledad del Paseo del Salón o donde le venga bien a cada concesionario?
¡Cuánta falta hace un sistema de transporte metropolitano coordinado y bien gestionado!